El estudio del clima ha de apoyarse en fuentes fiables, siendo prioritaria la creación de bases de datos depuradas y homogéneas. En este sentido el grupo trabaja desde dos aproximaciones, la relacionada con bases de datos tradicionales, referidas a observatorios instrumentales, y otra, más reciente, en formatos grid de alta resolución con la que poder desarrollar análisis espaciales precisos en entornos SIG. En ambas líneas se trabajan datos mensuales y diarios, imprescindibles para identificar, evaluar y analizar los eventos extremos. De especial interés son también las tendencias recientes de las temperaturas y de las sequías, siempre desde una doble perspectiva espacial y temporal. Su estudio se aborda a partir de los datos instrumentales. Pero su longitud temporal, de no más de 100 años, hace que sean insuficientes para evaluar la posible excepcionalidad del clima actual. Es por ello que el grupo utiliza otros proxy climáticos como la dendroclimatología, basada en el estudio de los anillos de los árboles, y la climatología histórica, que analiza los documentos sobre rogativas pro-pluvia u otros que puedan informar sobre eventos climáticos pasados, disponiendo el grupo en la actualidad para ambos campos de la base de datos más completa en España y una de la mejores a nivel internacional